Cargar el móvil es una tarea que repetimos prácticamente a diario, aunque dependerá de nuestro modelo de dispositivo y su autonomía. Algunas prácticas relacionadas con la batería de los terminales son grandes errores que desconocemos o que incluso conociendo, pasamos por alto y seguimos cometiendo.
La mejor manera de poner a cargar nuestro teléfono es dejarlo en paz, es decir, no hacer nada mientras está enchufado a la corriente. Sin embargo, esto no es algo que hagamos con demasiada frecuencia. Si estás acostumbrado a utilizar el dispositivo móvil mientras está cargando, hay algo que sí debes evitar y es utilizar aplicaciones que demanden muchos recursos y energía, como algunos juegos o el GPS.
Aquellas herramientas que requieran de mucha energía serán las que más dañan tu teléfono mientras lo estás cargando, ya que de esta manera la batería se resiente y es más probable que sufra averías. Uno de los avisos de que algo no va bien mientras cargamos nuestro dispositivo es el calentamiento, generalmente la batería se recalienta cuando empleamos un cargador que no es adecuado o cuando estamos utilizando el terminal mientras está enchufado a la corriente.
Es el mayor indicativo de que la batería está haciendo un gran esfuerzo que podría perjudicar a la autonomía del teléfono, por lo que sin duda es el momento de dejar de utilizarlo. Evidentemente esto no sucede por estar cargando el dispositivo o por estar jugando con las aplicaciones, sino por la combinación de ambas tareas al mismo tiempo.
También hay que tener en cuenta que uno de los factores que más dañan las baterías de los dispositivos es la exposición a altas temperaturas, es por eso que en verano estas se resienten más de lo normal. Además, el calor afecta también a otros componentes del móvil, afectando a su rendimiento en general, es por eso que muchos modelos cuentan con una herramienta que bloquea el dispositivo cuando este alcanza una temperatura excesiva.
Cuantas más veces maltrates la batería de tu teléfono o más tiempo pase sobrecalentada, mayores serán los riesgos y más se verá afectada su autonomía. Una de las primeras consecuencias será la duración de carga, que tenderá a alargarse, y su tiempo de autonomía, que será cada vez menor.
Los riesgos son mayores si el dispositivo es demasiado viejo o cuenta con pocos recursos, en ese caso debemos tener más precauciones a la hora de exigirle demasiadas tareas a la vez. Los smartphones han avanzado mucho pero no están exentos de lo que aquí exponemos, todos continúan siendo sensibles al sobrecalentamiento de las baterías.
Incluso con un dispositivo de última generación lo más recomendable sigue siendo dejarlo en paz mientras está cargando, siendo preferible esperar a que complete su carga al 100% para utilizarlo. Si por algún casual necesitas utilizar el teléfono mientras está enchufado a la corriente, lo mejor es controlar que no aumenta su temperatura.
Los nuevos modelos Samsung Galaxy S23 cuentan con un truco que evita que la batería sufra daños si utilizas el dispositivo mientras está cargando. Se trata de una función llamada Pause USB Power Delivery, localizada en el menú Game Booster, que en un futuro podría ser incorporada a muchos otros modelos por su eficacia.
Esta permite que la energía de la batería se mantenga estable y se adapte mientras estás utilizando el dispositivo, sin que aumente ni disminuya. La alimentación del cargador va directamente al procesador del móvil para que no afecte en absoluto a la batería del móvil ni sea necesario renunciar a jugar mientras se está cargando.